Aún recuerdo su intenso sabor a fresa.
Me encantaban estos caramelos, que más que chuparlos los "ronchaba" rápidamente.
Pero todos sabemos por qué nos gustaban más aún, por el color rojo que dejaban en la lengua. Me gustaba tontear enseñando la lengua a todo el mundo y gritando ¡¡¡Sangreeeeee!!!!!
Eso hasta que mi madre me daba un cachete diciendo: ¡¡¡Pero bueno!!! ¡¡¡Vaya apaño de lengua que se ha puesto el crío este!!!
Visto con la perspectiva del tiempo me parece una chorrada... pero qué queréis, eran cosas de niños.
Además de colorearte la lengua, si comías los suficientes y los masticabas, como era mi caso, te dejaban un intenso color rojo incluso en los dientes, entonces sí que flipaba como si fuera un auténtico vampiro.
Junto a los caramelos Drácula, sacaron otros caramelos Frankenstein, que eran más redonditos y, evidentemente eran de color verde. Estos no recuerdo a qué sabían, pero te coloreaban la boca de verde que era un gusto. No he encontrado ninguna foto de ellos. ¿Alguien los recuerda?
Lo mejor era lo baratos que eran. Con un duro te comprabas los suficientes para aparentar una buena sangría bucal, y es que antes disfrutábamos con cualquier cosa.
Creo que hoy en día los siguen vendiendo por ahí, pero han cambiado el formato y ya no tiñen tanto como antes (no sé hasta qué punto era buena tanta azúcar y tanto tinte rojo...)
Al fin y al cabo es otro elemento que guarda un rinconcito agradable en nuestra memoria.
Fuente
mmmm que ricos q estaban! yo me hartaba a draculas... solo valian 1 peseta!!
ResponderEliminar¡¡Los venden todavía pero ya no tiñen la lengua de rojo porque el colorante era cancerigeno y ahora esta prohibido prohibidisimo!!!
ResponderEliminarlos frankenstein eran de manzana!!
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