El día que Lineker tuvo gatitos.

Gary Lineker fue en la década de los años 80 y 90 un gran fútbolista.
Para muchos unos de los mejores delanteros del mundo en su época.

Hay una frase suya muy conocida, que pronunció al perder las semifinales del Mundial de Italia 90 ante Alemania "El fútbol es un juego simple: 22 hombres corren detrás de un balón durante 90 minutos y, al final, los alemanes ganan".

El caso es que después de realizar tan absurda declaración muchos consideran que ademas de jugar bien al fútbol era un visionario...

En fin, a lo que íbamos, resulta que el mozuelo estaba malo de la barriguita cuando Inglaterra jugó su primer partido contra Irlanda y su ginecólogo le advirtió de que su embarazo de gatitos podría adelantarse. En un balón dividido se estiró más de la cuenta y se le reventó la placenta.
Lineker sobre el césped dio a luz a su primer gatito, pero desgraciadamente nació muerto, o al menos eso es lo que parecía por el mal olor que desprendía.

Ha habido muchas discusiones sobre lo que hacía realmente este hombre en el suelo, ya que según una encuesta el 57% de las personas pensaba que estaba calculando el Producto Interior Bruto, el 28% que le estaba creciendo la cola, un 12% que estaba exteriorizando su malestar, mientras que por último un 3% pensaba que estaba haciendo un muñeco con traje de flamenca.

Con el paso de los años, para salir de dudas, el protagonista de nuestra historia hizo unas declaraciones en las que admitió que se cagó "como las vacas del Mangarra", aunque en ningún momento dijo que en el descanso, tras volver a hacer la danza del vientre, dio a luz a tres hermosos gatitos más a los que llamó en honor a lo sucedido Popó, Willy y Mr. Hankey.
Advierto que aunque no se ve nada es bastante repugnante...