02 febrero 2011

Los BOLLYCARNETS de Bollycao

Lo prometido es deuda, así que hoy volvemos con las míticas colecciones de cromos de Bollycao de Manuel, o como ya lo conocen algunos coleccionistas "EL DIOS BOLLYCAO". ¿Donde vamos a llegar Manu?.
Bueno, bromas aparte, esta colección está formada por 60 cromos y como dato curioso podemos decir que todos tienen un color aceitoso oscuro. ¿A qué será debido?. Lo que daría mas de uno por comerse un Bollycao de los de antes.





5 comentarios:

  1. antes de nada, felicidades por el premio, lo merece y con creces.

    a lo que voy,

    dios esos bollicaos de antes,como tu bien dices, que los abrías y tenían un pequeña capa de aceite en el cromo de turno.

    yo me comía el bollicao de varias formas según el día:

    lo los iba pelando , quitandole la primera capa marrón y después me comía todo lo demás,

    o los metía en el frigo y después me los comía,con lo que el chocolate esta algo durillo

    o a saco, es decir,todo del tirón.

    esta colección la tuve, era muy buena.


    saludos.

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  2. Jajajajaja estas ves te has lucido Luis y la foto del Bollycao en el cielo...suprema !!!! jejeejjee
    Lo dicho tambien, enhorabuena por el premio y en lo que a mi me corresponde a seguir aportando mi granito de arena con las colecciones que estan gustando mucho a los visitantes de la web.

    - " PODEIS IR EN PAZ " ... Jajajajajajaj

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  3. @el pasado de sevilla
    Muchas gracias.
    Desde luego que algún día se podría hacer una lista con las diferentes maneras de comerse un bollycao, aunque para mi gusto la mejor era la de estrujarlo para sacarle todo el chocolate.

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  4. Yo era uno de esos que nunca se compraba un bollycao pero que siempre pillaba pegatinas. Es decir el tipico que tenia sus coleguillas que no les daban importancia a los cromos y me los daban. Pues bien, uno de esos amigos mios, tenia todo un minucioso ritual para comerse y degustar su buen bollycao. Se lo comia como tantos otros, en el recreo del colegio, o mas bien, justo al finalizar el recreo, pues de los 30 minutos que duraba nuestro querido recreo se tiraba como 25 minutos o más amasando el bollycao, dándole forma, puliendo su más preciado tesoro diario, para luego, en los ultimos 5 minutos degustarlo poco a poco, con unos bocaillos infimos, cual si cada bocado costase una auntentica fortuna. El colega cogia el bollycao y con gran cuidado y esmero (si las mujeres nos trataran como este tio trataba al bollycao no habria guerras en el mundo) lo iba acariciando, moldeando, extendiéndolo, haciéndolo cada vez más fino y alargado de tal forma que cuando culminaba su preciada obra el bollycao quedaba el doble de largo y ancho y casi tan fino como el grosor de un folio.
    Joder, cuanto daria por volver a ver a este tio amasar su bollycao.

    Saludos.

    www.lovendoahora.blogspot.com
    (Vendo cromos de bollycao, entre otras cosas).

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